1. El blog como centro de la estrategia
El blog es el que marca la temperatura de tu empresa, las novedades de tus productos, de tu sector, tus conocimientos sobre la industria… Es una fuente de gran valor para compartir la información más reciente y llevar tráfico y leads a tu web. De cada entrada de blog se pueden extraer múltiples píldoras de información para compartir en las redes sociales.
2. La curación de contenidos con base en la relevancia e influencers de tu industria
Si solo publicas contenido propio, los usuarios pensarán que solo buscas el autobombo. Necesitas también contenido ajeno y que aporte verdadero valor a tus públicos. No nos vale cualquier tipo de contenidos: queremos los mejores, esos que ya sabemos que son compartidos en las redes, conociendo cuál triunfa de forma específica para cada plataforma. Buzzsumo, Scoop.it o Right Relevance son unas herramientas magníficas para descubrir contenido relevante y perfiles con los que poder conectar e interactuar.
3. El copywriting adecuado para cada red social
La extensión de la publicación, el tono, la importancia de los elementos visuales, el humor, la humanidad, el storytelling… son aspectos decisivos a la hora de enganchar a nuestro público. Las características propias de cada plataforma social son las que van a marcar el estilo de nuestro copywriting.
4. Interacción, interacción, interacción
Las redes sociales son relaciones, engagement, y no un mero canal de distribución de información. Mostrar tu interés por lo que publican tus seguidores o fans, compartirlo, hacer guiños, responder a sus dudas, servirles de soporte… es lo que realmente marca la diferencia.